Mihaela Radulescu/05.06.16
Benjamin Lacombe
El cuerpo en la ilustración que participa
en una narrativa es la voluntad de expresar su mundo propio, en
el límite de lo interior con lo exterior. Interviene en este movimiento
fronterizo con la dinámica de su poder expresivo que rige su materialización a
la vez que lo significa.
‘Seda’ de Alessandro Baricco. Ilustraciones de Rébeca
Dautremer.
El
cuerpo es el actante de su mundo, da forma a sus impulsos pero a la vez interviene en el entorno como agente mediador
y modificador. Sus discursos son activos, tendientes a efectos persuasivos,
provocan, discuten, combaten, resisten.
‘Amantes’. Ilustraciones y texto de Ana Juan.
Contempla Edelvives.
La ilustración puede desarrollar la
capacidad discursiva del cuerpo en el registro de la autenticidad, o puede
emprender narrativas ficcionales. El afecto es la clave cognitiva en sus
proyectos expresivos: la intensidad dialógica que ofrece el cuerpo y su
sentimiento vital expresado a través de la voluntad de comunicarse es
fundamental en el desarrollo de la narrativa.
‘Otra vuelta de tuerca’. De Henry James. Ilustrado por
Ana Juan. Galaxia Gutenberg.
La colaboración cuerpo –narrativa es compleja y variada, por su creación,
planteamiento discursivo y recepción interpretativa. Por otro lado, su
valoración conjunta se inscribe necesariamente
en las redes de signos en las cuales la memoria del observador puede
ubicarla. Pueden relacionarse con una experiencia vivencial o cultural,
compararse con otras expresiones con las cuales presenta alguna similitud, temática,
de lenguaje, de visón del mundo o tratamiento.
‘La Condesa Sangrienta’. De Alejandra Pizarnik. Con
dibujos de Santiago Caruso. Libros del Zorro Rojo.
Extrapolamos
los discursos del cuerpo humano al cuerpo animal. ¿ Que se consigue ? Observen
el recurso en el libro Bandada, ganador del V Premio Internacional Compostela
de Álbum Ilustrado 2012, un libro “a dos manos” de los mexicanos David Álvarez
y Julia Díaz.