Bajo la lógica
del pensamiento de un diseño integral, es difícil imaginar que un producto
gráfico se crea de forma aislada y sin considerar las articulaciones que este,
puede tener en función a la estrategia de comunicación.
Vivimos en un
contexto en el que transmitir un mensaje ya no es una acción sencilla, el
clásico modelo de comunicación horizontal: Emisor – Receptor, unidireccional y
en retroalimentación se ha complejizado de manera exponencial y aunque aún coexiste
en estos días, debemos pensar en un modelo de 360 grados, en donde los mensajes
literalmente se transmiten por todos los medios disponibles, se expanden, se
transforman y se articulan en función a una dinámica de comunicación estratégica.
En ese sentido,
la gráfica para la creación de un evento no sólo responde a elementos
informativos o requisitos visuales, como la composición, la tipografía, la
ilustración y finalmente los
requerimientos de imprenta. Si bien estos aspectos formales, son necesarios y
mínimos para el ejercicio del profesional gráfico, es importante ejercer un pensamiento
de diseño transmediático en el que una pieza gráfica como un “afiche” puede ser
potencialmente el elemento de comunicación que englobe un proyecto más
integral.
Veamos el caso de
la gráfica para la Belinale 2016, evento cinematográfico cultural, que inunda
una ciudad completa, bajo los criterios de una gráfica minimal, con elementos
como la tipografía, la fotografía y el ícono del mítico oso de Berlin.
Podemos observar
que en este evento cada pieza gráfica, audiovisual o tridimencional, tiene su función
comunicativa específica, no se trata de empapelar la ciudad, a veces una
intervención en el espacio puede ser mas efectiva:
Sin duda, en este
caso la gráfica es el elemento articulador tanto en las intervenciones
espaciales, en el diseño de la escenografía, en las redes sociales, etc.
¿Qué otras
experiencias de diseño integrador conocen?
Espero sus
comentarios.
Mila