Es común hablar de la importancia del consumidor para la
construcción y funcionamiento de la publicidad, por lo cual se corre el riesgo
de considerar el producto sólo en la
perspectiva de la marca y de sus valores, es decir como vínculo práctico entre
la marca y el consumidor. Pero hay que recordar que la publicidad ha
experimentado en sus inicios una era del producto ( que sigue existiendo como
estrategia para resaltar el valor del producto ):
Hay casos en que sus
propiedades se exponen ante el público, como en la siguiente publicidad de Renault
12 TS, de año 1976 :
Pero hoy en día, para la promoción de un producto, es
importante tomar en cuenta la relación
entre el producto y el consumidor, pero haciendo énfasis en la presencia física
del producto:
El público puede implicarse por el uso de
sus valores, como el valor performativo del, donde el contexto simbólico de las
carreras de autos se transforma en un supuesto contexto real, lo que ayuda a
hacer visible el valor del auto. La cantidad de gente que ha venido a verlo
correr también es importante, porque deja pensar en la cantidad de interesados
en esta marca. Es una publicidad de 2002.
Si comparamos las dos publicidades de autos
, podríamos decir que la primera es descriptiva e informativa, atenta a las características prácticas del
producto anunciado. La segunda
destaca las connotaciones emocionales que pretenden asociarse al producto
anunciado: seguridad sin renunciar a la velocidad; popularidad, aprecio, motivación, éxito social.
Esta relación hay que promoverla, y
experimentar conceptos, formas, estrategias.
Y no hay que olvidarse de los excesos ,
cuando el producto queda en
segundo plano, por el deseo de establecer una relación fuerte de atracción /
seducción del público.
Que opinan de las siguientes publicidades y
de la relación producto – público:
Edward Venero
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