Mihaela Radulescu /07. 05.17
El libro físico siempre es un objeto, tomando en cuenta su
volumen, su presentación visual, su progresión secuencial en el acto de la
lectura. La relación del lector con el libro impreso llama la atención sobre
los efectos perceptivos, que se deben no sólo a la mirada sino también al tacto
y al olfato, e incluso al oído. El contacto con el libro adquiere de este modo
las ventajas del contacto con la materia, a lo que se añade el contacto
espiritual- pensamiento, emoción, implicación. En este gran territorio del
libro físico tradicional, ¿ qué aporta el libro-objeto? Se trata de enfatizar
el carácter de objeto y ampliar y diversificar la interacción con el libro a
partir de sus características físicas, estructurales y dinámicas. Hay rasgos
del libro- objeto a lo largo de toda la historia del libro: un libro muy
grande, por ejemplo, que implica el esfuerzo de manejarlo.
Otra
posibilidad de interacción la ofrece el libro que se cierra como una caja,
tanto para su preservación como para sugerir su valor:
https://www.anfrix.com/2008/08/las-imagenes-ocultas-en-el-filo-de-las-hojas-de-un-libro/
El Codex Gigas: con páginas hechas de pieles de burros, es
el manuscrito medieval más grande. Fue creado en el siglo XIII en el monasterio
benedictino de Podlažice en Bohemia. Actualmente está en la Biblioteca Nacional
de Suecia en Estocolmo. Se necesitan dos bibliotecarios para levantarlo.
Las cubiertas de los
libros medievales ofrecían sensaciones táctiles. Los libros encuadernadas y labrados
en cuero o bordados sobre seda, o intervenidos con tiras de metal, son un
ejemplo elocuente.
Otra modalidad de reforzar su carácter objetual es obligar
al lector a manipular las hojas para llegar a
imágenes ocultas en el filo de las hojas . Es una técnica que se inicia en
el siglo X y que llega a contener diversas escenas según el ángulo de presión.
Con estos antecedentes y más, el libro-objeto actual sigue diversificando las posibilidades de
interacción en el libro tridimensional, el libro desplegable, el libro-matriz
para la incorporación de elementos objetuales, el libro sensorial. Se trata de
buscar y profundizar en el contacto, en la interacción, en la personalización
de la lectura, en la implicación física no sólo mental con el libro.
El libro-objeto se aleja paulatinamente de su carácter de
transmisión de la información en el libro de artista, quien lleva los efectos
perceptivos a construirse por encima o independientemente de los efectos
informativos. Es una frontera difícil de trazar sobre todo porque tanto para un
libro que sigue cumpliendo con una función informativa como en el libro que
funciona como metáfora para un concepto artístico los recursos tienen la misma
fuente intencional, ampliar la interacción del observador con el objeto
denominado libro.
Libros de artista:
Un ejemplo interesante en cuanto
a recursos es Peter Beard , artista, escritor y fotógrafo estadounidense
(nacido el 22 de enero de 1938 en Nueva York) quien usa el collage para una
especie de reportaje gráfico :
¿Como interviene en este paisaje
de innovaciones el libro postal? En primer lugar con la intervención
combinatoria que ofrece al usuario quien puede armar su libro en el orden que
desea (progresión ). En segundo lugar por la manera de integrar ( coherencia y
cohesión) las tarjetas:
¿Qué interacciones pueden ofrecer
el libro postal a través de su contenedor y cuál sería su diferencia/ventaja
con respecto a un libro tradicional?