Mihaela
Radulescu/24.04.16
En
la cartografía de los efectos de lectura, las redes referenciales que
participan en el acto de ilustración de un texto tienen una gran importancia, para el dialogo
que surge entre los dos textos, verbal e icónico, al ensamblar sus significados.
La
interacción texto-imagen le propone al lector una práctica de lectura
particular. El texto y la imagen entablan relaciones diferentes en el espacio
objetual del libro, según el principio compositivo que asigna modalidades
particulares a la información y expresión en la construcción de un discurso
comunicativo, que lleva al conocimiento del observador una información a la vez
que plantea la semántica de un universo representado y significado.
La
dinámica de las interacciones texto –
imagen en la narrativa visual genera un
discurso que se apoya en las inferencias que el lector hace tomando en cuenta las estructuras referenciales del texto y de
la imagen. En cuanto al planteamiento compositivo que integra texto e imagen,
éste está a la base de la situación de lectura que se ofrece al observador
quien verá una composición mixta, con directa consecuencia en la lectura
interpretativa. Puede ser una composición rítmica, insistiendo en la secuencialidad
de las acciones; puede ser una composición de redes semánticas estructuradas de
manera argumentativa; puede ser una composición orgánica, irregular, que apoye
la idea de la confusión de los registros, estados o acciones, que el texto y la
imagen pueden tratar por separado en
conjunto. Lo importante es que la composición intertextual aporta información y
contribuye activamente en la producción de sentido.
Si
nos ubicamos en el ángulo creativo del ilustrador o del editor, el planteamiento
intertextual parte de una selección -
combinación de signos verbales, icónicos, plásticos donde la referencia
funciona como tejido narrativo, participando en la representación de una realidad que podemos
identificar visualmente y comprender conceptualmente. A la vez, el tratamiento
de la referencia desarrolla una significación, a partir del lenguaje empleado
tanto en el registro verbal como en el visual. La significación desarrollada
por la imagen, partiendo de la premisa que la ilustración es posterior a la
escritura, puede crear complejas situaciones de lectura, al asumir la imagen distancias
intencionales de carácter discursivo con respecto a los textos iniciales. Es un
fenómeno que muestra su importancia en los actuales álbumes ilustrados de los
relatos tradicionales, donde la significación puede cambiar radicalmente,
gracias al tratamiento referencial icónico original de ilustradores como Ana
Juan, Gabriel Pacheco, Santiago Caruso.
Un
ejemplo: la española Ana Juan ilustra cuentos tradicionales y fantásticos con
referencias que apelan al imaginario psicológico, que no requieren del apoyo
textual de las historias, como la flor –corazón y la sangre, para ilustrar
“Carmilla”, una famosa historia de vampiros en un álbum ilustrado, publicado en
2013 por el Fondo de Cultura Económica,
México (Sheridan Le Fanu, Carmilla). La referencia relaciona la imagen
con el texto, desde el imaginario colectivo de la muerte, enfermedad, peligro,
maldad, tragedia.
Entre
las tres posibilidades de interacción –
que la imagen refiera el texto, transformándolo en imagen; que la imagen
complemente el texto desarrollando alguno de sus aspectos; que la imagen se
desprenda del verbo, para llegar a las tensiones ocultas en el texto,
sacándolas a la superficie - Ana Juan
explora sobre todo la tercera dirección. Su tratamiento referencial es inédito
aunque encontramos los personajes usuales. ¿Qué nuevos sentidos aportan estas
composiciones? Su tratamiento de la
novela fantástica “Otra vuelta de tuerca”, de Henry James propone
metáforas visuales sin correspondientes en el texto, rompiendo con la aparente
subordinación de la imagen al texto como
eje de la tradición del libro ilustrado. Sus referencias se construyen en torno
al concepto al cual llega previo
análisis y que es muestra del enfoque personal de la ilustradora. El proceso es
de deconstrucción del vínculo entre la
representación y la significación y de reconstrucción del significante,
a partir de las fuentes internas, semióticas del sentido. Es un acto de
significación con nuevas representaciones.
La
lectura interpretativa tiene que ver con la memoria y el ejercicio referencial
del lector ilustrador. La situación se repite en el caso del lector del álbum
ilustrado, donde la lectura interpretativa se construye a mitad camino entre el
texto-imagen como objeto formal con una
situación de lectura que funciona a través de un diálogo constante entre el
texto y la imagen, y la misma identidad del lector, con su capacidad de
reconocimiento, interpretación, procesos de asociación y argumentación, hábitos
de lectura, historia de lectura, etc. De hecho, la valoración tanto del texto
como de la imagen, así como de la interacción texto – imagen, se inscribe
necesariamente en su contextualización en las redes de signos en las cuales la
memoria del receptor puede ubicarlo. Pueden relacionarse con una experiencia
vivencial o cultural, compararse con otros productos culturales con los cuales
presenta alguna similitud, temática, de lenguaje, de autoría, de visón del
mundo, de género o tratamiento. Además, la interacción texto - imagen requiere de una
imaginación interpretante y a la vez la fomenta: lo que se incorpora y lo que
se actualiza en el acto de lectura del planteamiento intertextual desarrollan
una dinámica productiva en la memoria, teniendo como resultado el
reconocimiento de informaciones y la generación de conocimientos, expresados a
través de ideas o presencias mentales.
En
este ensamblaje de operaciones, la
construcción referencial escenifica contextos, acciones y puntos de vista. La
referencia como fuente de intertextualidad funcionará como apropiación,
productora de sentido, motivación del lector y
soporte de interacciones con el contexto cultural y la memoria colectiva
e individual. Proporcionará elementos para la construcción dialógica y la
puesta en marcha del funcionamiento
enunciativo de texto. La estructura referencial subyacente a la obra
culmina en una sintaxis figurativa cuyos
efectos de sentido se vinculan a la memoria cultural discursiva y se instalan
en contextos escenificados que serán interpretados por el lector.
El
álbum ilustrado al lector ante una serie de significados que debe
descifrar; debe optar por una lectura
del significado. ¿Cuál sería el camino recorrido por el lector / ilustrador? Primero,
debe atribuir significados a la
progresión textual. Segundo, debe enfrentarse a la hipercodificación retórica y
estilística, con su carga de expresiones y significados. Tercero, debe actualizar
su competencia intertextual, donde la experiencia adquirida con otros textos
ayuda a la comprensión del presente. Finalmente, debe ingresar en la
organización del texto, tomando conciencia de él como proceso / producto de una enunciación, con
estructuras narrativas, argumentativas y retóricas. De este modo, la fábula
global entregada por el autor como algo acabado, se presenta como algo en
devenir para el lector / ilustrador, quien debe asumir un proceso de
inducción/deducción, en el cual se manejan hipótesis y " paseos intratextuales
", para tratar de comprender la
construcción de la historia.
¿Cuál
es el rol de la referencia en este proceso, tomando como ejemplo uno de los
siguientes libros ilustrados por Ana Juan: Caperucita roja , Wakefield, Amantes, Snowhite, Fairyland? http://anajuan.net/books/